Leandro Gómez Guerrero

P. Dr. Julio Techera S. J.

Rector Universidad Católica del Uruguay

Esta muestra de Leandro Gómez Guerrero, la primera que realiza luego de haber tomado la decisión de dejar atrás su etapa como publicista y dedicarse al arte, es un homenaje a San Francisco de Asís y busca, a través de la pintura, transmitirnos algunos elementos clave de su pensamiento y de su modo de vida. En toda época es importante el trabajo de quienes, desde el arte, la comunicación y distintos proyectos, vuelven a traernos el mensaje de los santos u otras personas inspiradoras. Es una manera de actualizarlo, recordarlo, pero, sobre todo, de hacerlo dialogar con el contexto actual y reavivarlo en su capacidad de interpelarnos.

 

Al pensar en San Francisco de Asís, muchos recordamos la hermosa película Hermano Sol, Hermana Luna, de 1972, dirigida por Franco Zeffirelli, recientemente fallecido. Esa obra logró acercar a miles de personas a la vida y obra de este santo, de una forma sencilla, poética y conmovedora. La escena en que Francisco, acompañado de sus primeros seguidores, se encuentra con el papa Inocencio III en Roma, tiene el secreto de su misión. Impulsado a seguir lo que entendía como un llamado fuerte de Dios a vivir de otra manera, y cuestionado por el rechazo que sus opciones generaban también en otras personas, el joven Francisco decide pedirle consejo al Santo Padre para que lo ayude en su discernimiento. “¿Qué consejo podría darte yo, mi joven y querido hermano? Dios te ha dado un don muy preciado, la gracia de acceder a él a través de sus amadas criaturas. ¿Qué más podrías querer?”, le responde el pontífice. Es que buscando vivir la vida a la manera de los lirios del campo y las aves del cielo que relata el Evangelio, no preocupándose más que por alabar a Dios y confiado totalmente de su providencia, despojado de los bienes y seguridades materiales, Francisco logró llevar una vida santa e inspirar a miles de personas en todo el planeta y a lo largo de ocho siglos a hacer lo mismo. Con su muestra, Gómez Guerrero reactualiza este testimonio que tanto tiene para decirnos en un momento en el cual la preocupación por el cuidado de la Creación se vuelve acuciante.

 

La muestra de la obra de Leandro Gómez Guerrero que presentamos, es un zambullirse del artista en la mirada franciscana de la Creación. Sus figuras, a la vez realistas y angélicas, son un acercamiento a una naturaleza divinizada. No se trata de un acercamiento panteísta, que absolutiza a las criaturas, sino la contemplación cariñosa y devota de quien ve en la creación la mano del Hacedor, el amor por la Hermana Naturaleza, a la manera que tuvo el santo de Asís. Como San Francisco, Leandro se ha dejado tocar por el mundo que lo rodea desde muy joven. Con el Padre Cacho aprendió a sentir compasión por sus hermanos y a ver a Cristo en ellos. En su temprana juventud ya se sintió movido a expresar estéticamente esa cercanía, dejándonos un conmovedor retrato del Padre Isidro (Cacho) Alonso, y una impactante imagen del Cristo del Carrito. Después de veinticinco años de brillante trayectoria profesional en el mundo de la publicidad, regresa al mundo del arte, sensibilizado por la naturaleza y en particular los hermanos animales. Se trata de un nuevo camino, en el que siente que tiene un mensaje que transmitir. Por estos hermosos trabajos y por el coraje de emprender nuevos rumbos, desde la Universidad Católica del Uruguay lo felicitamos calurosamente y nos alegramos de acompañarlo en esta nueva etapa. Ojalá sus obras logren llevar a muchos un mensaje de cuidado por la naturaleza, de hermandad con la Creación de Dios.

 

P. Dr. Julio Fernández Techera, S.I.

Rector